El remero -posmoderno y viviendo en el ciberespacio- se muda repentinamente de una galera pétrea a una roca solitaria, batida por el temporal. Sigue remando. Busca las estrellas y los sueños escondidos detrás y piensa, piensa, piensa ...
Cuando gritó en la galera "¿No quieren ningún gobernante?" lo hizo en español, y la respuesta la recibió en el mismo idioma, pero dicha por personas que tienen otra lengua materna: tzotzil, tzeltal, tojolabal, chol o algun otro hablar maya. De hecho la frase fue labrada en esas lenguas con el trabajo colectivo y el intercambio reflexivo de quienes piensan en ellas ¿Cómo la forjaron su hacedores? ¿Qué matices adopta en sus lenguas originales?
El pensamiento vuela más allá de las estrellas, que por el momento no se ven, pero ahí están, y concluye para sí: la respuesta que recibió en la galera quiere decir lo siguiente, escrito en una traducción muy libre: "Queremos que el que nos mande nos mande obedeciéndonos". (¿Estudiaron dialéctica esas personas?)
jueves, 20 de noviembre de 2008
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2 comentarios:
No creo que lo hayan hecho, me atevo a pensar que no los actuales almiranes solo escuchan su propia voz, no quieren escuchar los gritos.
Tal vez lo mejor sea hablar en susurros para que los extrañe el silencio que los rodea.
Mire usted, bogavante, si nos vamos por ahí, la verdad es que yo prefiero la otra frase: queremos un mundo donde quepan muchos mundos.
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