domingo, 21 de junio de 2009

... ah ... la historia

El pasado está presente el lo futuro. Lo afirmo aunque parezca contradicción evidente.

En el blog "El nosocomio de la mente" -o algo así- se nos narraron hace poco los tres primeros días de la revolución mexicana de 1910. En esos días sólo hubo pequeños levantamientos sin grandes ejércitos que se unieran a la bola, pero fueron tantos los lugares donde unos pocos se rebelaron que el régimen no pudo ya controlar la situación.

Entonce era un hombre, Porfírio Díaz, el dictador, el supremo, el patriarca, el presidente tirano que llevaba la bandera. Ahora al que hay que quitar es al capitalismo. Sus lacayos caerán por sí solos.

Pero el capitalismo gobierna en todo el mundo, casi, ¿o sin el casi? Aprendamos del pasado: tal vez no necesitemos grandes ejércitos, ni siquiera armas ni violencia física. En Irán hay en estos momentos un levantamiento sin armas, hasta ahora ¿Será contra el capitalismo? No sé. Entiendo muy poco, tal vez nada, de lo que pasa por allá. Pero mucha gente ha salido a la calle porque ha sentido que su voto no a servido ... y hace no mucho se levantaron los jóvenes en Grecia ... y poco antes en París ... ¿qué pasará cuando los despertares coincidan en tiempo? ¿Qué faltará para unirlos? ... tal vez que coincidan al identificar al tirano global.

miércoles, 3 de junio de 2009

Apostilla para un comentario

Me referiré al comentario que hizo sobre la novela “La hija de Burguer”, en el blog “Cazando letras”, una persona a la que quiero mucho.

¿Qué significa vivir?, ¿para un humano vivir es vegetar? No, no, no, mil veces no, diré siempre. La vida es contradicción, ¡y reto! Estamos vivos –me refiero aquí a la vida biológica– porque hay tensión. Los elementos que me forman tienden a disgregarse y lo harán cuando muera, pero algo en mí tiende a unirlos –la vida– y los une, los mantiene unidos y los hace crecer, es decir ser más –en número.

Algo propio de la vida humana, de la vida del animal de la especie Homo sapiens, tiene que ser más o menos lo mismo: los humanos, entre otras cosas, nos unimos a nuestros semejantes para resolver los problemas que enfrentamos. No dejamos –aún– de ser islas pero en la medida en que nos unimos a otros nos humanizamos. Por eso el capitalismo se está volviendo cada vez más inhumano, porque necesita tenernos crecientemente aislados para subsistir en su gigantismo. Cuando el capitalismo era pequeño no necesitaba ser tan individualista, aunque ya llevaba esa semilla en su centro desde que nació.

Nunca creeré en una responsabilidad ética que me obligue a carga con el peso del mundo, sólo en una que me lleve a unirme a otros para, entre todos, levantar ese peso, sabiendo que todos somos responsables de todos, empezando por ser responsable de uno mismo, no por egoísmo si no para ser algo valioso al unirme a los de más.