Primero que no se muera, luego lo curaremos.
Solamente que en el enfermo tenga a un enemigo irreconciliable, un enemigo mortal, es decir que me matará en cuanto pueda, en lugar de curarlo lo mataré, ya que está enfermo y no se podrá defender.
Pero, si el enfermo soy yo ...
Bueno, un buen amigo (o simple conocido) que tiene influenza AH1N1. Sería un asesino si lo mato para que no me contagie.
Y si el enfermo es el novio, la novia, la madre, el hermano, la persona a quien tanto amo, enferma sí, pero llena de vida, con carácter difícil pero que me ayuda, rezongando y todo, enferma sí pero jóven y fuerte y lúcida, aunque a veces me haga trampa, me saque la cartera y me birle unos centavos o se le olvide ponerle sal a la comida ¿voy a matarla porque está enferma?
Es el caso de Luz y Fuerza del Centro (LFC) y del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME)
Una empresa propiedad de la nación, es decir de todos, es un MORTAL ENEMIGO de la empresa privada. Si las empresas públicas crecen, se fortalecen y van ganado espacio, LAS EMPRESAS PRIVADAS IRÁN MURIENDO. ¿Qué tiene de raro que los empresarios privados estén felices que su representante máximo en México, el señor Felipe Calderón, haya matado a una, a LFC? No habrá razón alguna que los mueva a defenderla. Y los hijos de empresarios privados que heredarán la empresa (al menos eso piensan) siempre estarán en contra de las empresas públicas y atacarán con mil y un argumento (falsos o no) a la ya por cierto muerta (que de repente pudiera resucitar) Luz y Fuerza del Centro.
Y desde luego esos mismos empresarios estarán siempre contra los sindicatos, aún contra los corruptos que le hacen gastar dinero en corromperlos, pero les ahorran más al no permitir que sus obreros consigan mejoras salariales. Y sus hijos (de los empresarios) y sus corifeos y los enajenados que se sienten o quieren ser grandes empresarios privados, es totalmente lógico que inventen o recurran a razones reales para defender la muerte (extinción le llaman ahora, o algo así) de cualquier sindicato y/o celebrar tal muerte. Si los dejan vivos les quitarán dinero y a veces hasta para que "esos mugrosos trabajadores, groseros, incultos, (corruptos) ganen un poco más".
En cambio, los que sudamos para pagar la renta, los que peleamos o pelearíamos para que nuestro salario mejore, muchos de nosotros al menos, no dudamos en defender cualquier sindicato, que no muera, si está enfermo después lucharemos para curarlo. Y digo muchos, porque muchos fueron los que acudieron a la marcha en defensa del SME y las razones ciertas o falsas en contra no los detuvieron, y a muchos no los inmovilizarán.
Y muchos somos los que nos indignamos porque nos quitaron LFC. Yo con ella ví siempre la televisión cuando vivía en el D.F., con ella vi el cine, con ella caminé por las noches por las calles de esa gran y hermosa ciudad, hice mis trabajos en casa, prendí cientos de veces mi compu, y con ella hice muchas cosas más. Con ella también viajé en metro y en trolebús y sí, es cierto, a veces me birló $200 o $300 por cobros de más y muchas veces me rezongó cuando le reclamaba algo. Y prefiero mil veces que esa LFC se enojara a veces y me cortara la luz, lo prefiero a que lleguen a embargar mi casa, con todas las de la ley, los nuevos dueños de los bancos (actualmente empresas privadas) si se me ocurre no pagar las mensualidades de la misma.
¿Estaba enfermo el SME y LFC? ¡Eso a mi no me interesa ahora! Era yo, eran los míos, era lo mío. ME ENCABRONA QUE ME LO ROBEN O LO MATEN (EXTINGAN). En cambió estaría feliz si me hubieran invitado a sanar a esos enfermos, o aunque ni me preguntaran, el gobierno, que es quien debe administrar esas empresas a mi nombre (jajajaja ¿voy a esperar que eso lo haga el señor Calderón, aunque es su obligación constitucional?) hubiera siquiera hecho el intento real de curar al enfermo, en vez de matarlo.
Pero como no voy a lograr con exhortos que el C. Felipe Calderón deje de ser ladrón y asesino, lo que me preocupa es qué vamos a hacer los que, como yo, y somos miles, no nos moverán verdades, medias verdades y mentiras completas, de nuestra decisión de defender a SME y denunciar el crimen contra LFC.
Tampoco voy a lograr que los ricos empresarios privados, sus esposas, sus hijos y los que están deslumbrados con ellos porque piensan que van a ser de su clase, esos que son a los que verdaderamente representa y defiende Calderón, no voy a lograr que ellos cambién sus puntos de vista, no voy a invertir tiempo en darles razones para que hagan lo que sus intereses nunca les dejarán hacer.
En cabio sí pensaré y escribiré (al menos haré eso, escribir), sobre lo que podemos o conviene que hagamos los que estamos indignados porque mataron a los enfermos, aunque tuvieran una grave influenza AH1N1.
Y que los demás (y los que esto lean), cada quien elija su bando. No tanto por razones pensadas, sino por sentimientos de afinidad material con alguno de los bandos en lucha. Porque la lucha va a seguir.