La vida
Un mar sin fronteras
Quien navega ese mar no tiene caminos
Puede permanecer en un punto sólo luchando contra oleajes y tempestades
O puede moverse por derroteros de esperanza
Quien avanza y se mueve requiere puntos fijos para precisar el rumbo
A veces encontrará en su navegar algunas islas
– o muchas si tiene suerte –
Tomará descanso
Pisará tierra firme
Si permanece la isla se agota, a menos que la isla navegue a su vera
Las estrellas, en tal caso, seguirán marcando el rumbo
Ahora sabemos que las estrellas no están fijas
Se desplazan a gran velocidad
Hace unos veinte años la tormenta tapó mis estrellas
Ahora que escampa las estrellas se han movido
Pero tras ellas se siguen asomados, idénticos, los sueños de antaño
Una campana sigue llamando, insistente
Me gustaría que fuera a rebato
Pero el cielo estrellado me dice: “Paciencia”
¿Cuál es la velocidad de los sueños?
¿Cuál el tiempo de espera y resistencia?
Entretanto, de pie, sigamos remando en galera de piedra
viernes, 27 de abril de 2007
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