viernes, 27 de noviembre de 2009

África y nosotros

He leído en un blog hermano un discurso de Patrice Lumumba, que el autor del blog cataloga como “inocente y candorosos”

Esa lectura me ha hecho reflexionar e investigar un poco.

Mi primera reflexión: ¡Qué ignorantes somos acá, en América Latina –o al menos qué ignorante soy yo– sobre todo lo que se refiera a África! Esto es grave. Somos regiones con un pasado colonial semejante y sufrimos en el presente un nuevo colonialismo, con características diferentes al pasado pero con resultados idénticos. Deberíamos conocernos y unirnos para derrotar al imperio que día a día nos hunde más en la miseria económica, política, cultural, ideológica.

Confieso mi ignorancia: No sabía que esa región de África había sido conquistada en el siglo XIX, alcanzando su independencia apenas en 1960. Cierto que doscientos años de independencia en América Latina nos han dado características diferentes a las de las naciones africanas que con sólo cincuenta años emancipadas en lo político tienen guerras internas como las que hubo en México durante esa misma cantidad de años en el siglo XIX.

Pero el inocente discurso de Patrice Lumumba me permite ver otra realidad: Los países de América Latina se independizaron casi todos alrededor de 1810 y 1820. La independencia fue principalmente política. Conforme el capitalismo fue creciendo y afianzándose en Europa, Japón y Estados Unidos nos volvió a conquistar como colonia económica, ejerciendo su eficaz labor de saqueo, desde materias primas hasta cerebros y todo tipo de fuerza de trabajo. Cuando en 1960 el Congo dejó de ser colonia de Bélgica, el capitalismo estaba más que consolidado y es el que sigue controlando a la excolonia. Esto no lo sabe ni lo barrunta Patrice, según nos permite ver su inocente y candoroso discurso y así seguimos siendo colonia tanto las naciones africanas como nosotros en América Latina. En ambas regiones el saqueo y el despojo ejercido por el capitalismo global es enorme.

La naciones de África, de América Latina y muchas de Asia tenemos un enemigo común: el capitalismo global. Debemos unirnos para aniquilarlo.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Visiten al blog "Iswe Letu", es muy bueno

En un blog español que descubrí hace poco y que me ha atrapado firmemente (http://isweletu.blogspot.com) leí un artículo que aparte de gustarme mucho por lo que dice y cómo lo dice es tan certero que todo lo afirmado se puede aplicar a la situación mexicana con sólo hacer unos pequeñísimos cambios. Me permito citar párrafos completos del blog mencionado para mayor claridad de lo que afirmo arriba.

“Las cosas están así –se lee en el blog Iswe Letu-: unos cuantos (no sabemos la cantidad) queremos la República. Una república sin muchas concreciones. Vamos, una ruptura republicana. La Monarquía, heredada del franquismo, ya la conocemos. Por sus hechos.”

Cambiando un poco, la situación está perfectamente descrita para México. Las cosas están así: unos cuantos (no sabemos la cantidad) queremos una sociedad no capitalista. Así, sin muchas concreciones. Vamos, una ruptura del capitalismo. La globalización capitalista, reformulada en México por Carlos Salinas de Gortari, ya la conocemos. Por sus hechos.

En los siguientes seis párrafos, si cambiamos monarquía por presidencia de facto, CCOO y UGT por CTM y CROC y aclaramos que “las subvenciones que el Estado les concede” allá, acá no son monetarias sino prebendas políticas y empresariales (¡sí!, como se lee) se aplican todos ellos perfectamente a la situación mexicana.

Transcribo literalmente un párrafo más del blog Iswe Letu: “En el estado de las cosas, no nos olvidamos de la patronal que, igual que los sindicatos, tienen sus organizaciones, sus locales, sus voceros, sus empleados... Tienen más dinero que los sindicatos que llaman obreros, aunque las sedes están muy cercanas. Fueron antes edificios de los sindicatos verticales, que así se llamaban a los sindicatos fascistas del franquismo. Por lo que están casi colindantes. Se ven muy a menudo, se reunen, hablan. Acuerdan cosas. Entre ellos. A esto lo llaman diálogo social. A este teatrillo o cambalache. Y en eso casi siempre pierden los trabajadores. No las cúpulas sindicales. Y sin embargo no pasa nada, sigue el diálogo social.”

En el párrafo anterior, aunque sea difícil creerlo, bastará reemplazar “la patronal” por el gobierno y “los sindicatos verticales que así se llamaban los sindicatos fascistas del franquismo” por los sindicatos corporativos, que eso son los sindicatos progubernamentales emanados de la revolución. Hecho el reemplazo todo es igual aquí que allá.

El resto del artículo también es totalmente aplicable a la situación mexicana, cambiando pocas cosas tales como que en los partidos (chiringuitos auténtico igual que allá) el PAN es el ala derecha, el PRI cada día se mueve más del centro a la derecha y el PRD es aparentemente el ala izquierda. Cierto que no padecemos legalmente una monarquía, pero el actual presidente se quiera comportar como monarca (no ha sido el único ni el primero). De este modo es verdad que acá vivimos así ... de jodidos.